MOTHERWELL, ESCOCIA — El frío aire de enero en Fir Park crepitaba con tensión mientras Motherwell producía una de las sorpresas de la temporada de la Premiership escocesa, desmantelando al Celtic 2-0 en una actuación que resonará a través de la carrera por el título. Los fieles aficionados locales rugieron su aprobación mientras los hombres de Stuart Kettlewell entregaban una clase magistral táctica, convirtiendo el dominio de posesión del Celtic en un espejismo y castigando a sus visitantes con definiciones clínicas cuando más importaba.
El gol de apertura llegó en el minuto 14, un momento de puro oportunismo que marcó el tono para todo lo que siguió. Ibrahim Sa'Id aprovechó la defensa dubitativa del Celtic, sus instintos depredadores demostraron ser la diferencia cuando definió superando al portero para enviar a Fir Park al delirio. El tanto expuso la fragilidad en la línea defensiva del Celtic, con Auston Trusty y Liam Scales luchando por contener el enfoque directo de Motherwell. El temprano avance del equipo local obligó al Celtic a perseguir el partido, pero su respuesta careció de la urgencia y precisión esperadas de contendientes al campeonato.
La frustración del Celtic se manifestó en una ráfaga de tarjetas amarillas que interrumpieron su ritmo durante toda la tarde. Auston Trusty vio la amarilla en el minuto 52, seguido por una doble amonestación tanto para Reo Hatate como para Anthony Ralston en el minuto 56 cuando los ánimos se caldearon. Liam Scales se unió al libro en el minuto 74, completando un cuarteto de amonestaciones que reflejó la incapacidad del Celtic para romper la estructura defensiva resuelta de Motherwell. El técnico Brendan Rodgers intentó dar vida a su equipo con una triple sustitución al medio tiempo, introduciendo a Luke McCowan, Arne Engels y Shin Yamada, pero los cambios no lograron desbloquear la defensa bien entrenada de Motherwell.
El golpe decisivo llegó en el minuto 58 cuando Elliot Watt duplicó la ventaja de Motherwell, su definición extinguiendo cualquier esperanza persistente de una remontada del Celtic. El gol mostró la destreza contraatacante de Motherwell, explotando los espacios dejados por el empuje desesperado del Celtic por el empate. La celebración de Watt reflejó la confianza que surgía a través del equipo local, que percibía estar al borde de algo especial.
Las estadísticas contaron una historia de dominio del Celtic sin penetración. A pesar de controlar el 56.7% de la posesión y forzar cuatro atajadas del portero de Motherwell, el Celtic logró apenas tres tiros al arco de sus ocho intentos. En contraste, la eficiencia de Motherwell brilló con seis tiros al arco de 11 intentos, demostrando la ventaja clínica que separó a los equipos. Las 14 faltas del Celtic comparadas con las siete de Motherwell ilustraron aún más su lucha por imponerse legalmente, mientras que sus tres córneres no produjeron nada contra una defensa que se mantuvo firme cuando importaba.
El punto de inflexión se cristalizó en esos minutos frenéticos alrededor de la hora de juego cuando la triple sustitución del Celtic al medio tiempo no produjo el efecto deseado, y el gol de Watt efectivamente selló la contienda. La introducción de James Forrest en el minuto 66 llegó demasiado tarde para alterar la narrativa, ya que Motherwell gestionó expertamente las etapas finales con disciplina táctica y organización defensiva que frustró cada ataque del Celtic.
De cara al futuro, el Celtic viaja para enfrentar a Rangers el 3 de enero en lo que promete ser un crucial derbi Old Firm, donde deben recuperarse rápidamente de esta derrota perjudicial y redescubrir el filo cortante que los abandonó en Fir Park.