LONDRES, INGLATERRA — Gabriel Magalhães empujó el balón desde muy cerca en el minuto 48, y se abrieron las compuertas. Lo que había sido un partido tenso y parejo explotó en una exhibición del Arsenal mientras los líderes de la liga desmantelaron 4-1 al Aston Villa, tercero en la tabla, extendiendo su ventaja en la cima a tres puntos con una actuación que combinó definición clínica con intención ofensiva implacable.
Los momentos decisivos llegaron en un devastador período de 30 minutos después del entretiempo. El desprolijo gol de apertura de Gabriel, empujado tras un córner, destrozó la resistencia del Villa. Apenas cuatro minutos después, Martín Zubimendi duplicó la ventaja con una definición compuesta de derecha desde el centro del área, conectando un pase filtrado perfectamente dosificado de Martin Ødegaard. El orquestador noruego estaba manejando los hilos, y el Villa no podía hacerle frente. Leandro Trossard hizo el tercero en el minuto 69, su disparo de derecha desde la distancia se clavó en el ángulo inferior derecho tras la asistencia de Jurriën Timber—un gol confirmado después de la revisión del VAR. Gabriel Jesus añadió el brillo en el minuto 78, curvando un magnífico esfuerzo desde fuera del área que superó a Emiliano Martínez, quien solo pudo observar cómo el balón se alojaba en el ángulo inferior derecho. Ollie Watkins consiguió un gol de consolación en el cuarto minuto de tiempo añadido, empujando el balón desde muy cerca después de que el disparo de Donyell Malen rebotara en el poste, pero para entonces el partido ya estaba decidido hacía tiempo.
La batalla táctica contó una historia fascinante. A pesar de que el Villa dominó ligeramente la posesión con 53.2% contra 46.8%, el Arsenal dominó donde más importaba. Los Gunners bombardearon la portería de Martínez con 22 intentos comparados con los 11 del Villa, con siete encontrando el objetivo. Ødegaard orquestó las acciones desde su rol de mediocampista avanzado, encontrando constantemente espacios entre las líneas del Villa. Zubimendi y Mikel Merino controlaron el tempo, mientras Bukayo Saka atormentó a Lucas Digne por la banda derecha durante todo el partido. En defensa, Gabriel y Piero Hincapié se mantuvieron firmes ante el movimiento de Watkins, aunque el esfuerzo tardío del delantero del Villa y su cabezazo anterior al poste mostraron su amenaza persistente. Martínez realizó tres atajadas cruciales para mantener el marcador respetable, mientras David Raya fue requerido dos veces, negándole goles a Malen y John McGinn en tiempo añadido.
Los números pintaron un cuadro de la superioridad del Arsenal. Los equipos compartieron la posesión casi por igual, pero el dominio en disparos de los Gunners—22 contra 11—reveló su intención ofensiva. Siete disparos al arco del Arsenal comparados con los tres del Villa demostraron que la ventaja clínica se encontró con abundancia creativa. El partido se mantuvo físico, con 18 faltas de los locales y nueve del Villa, resultando en cinco tarjetas amarillas incluyendo una amonestación para Gabriel Jesus después de su exuberante celebración tras su impresionante gol.
El punto de inflexión llegó en esos minutos iniciales del segundo tiempo. El desprolijo gol de Gabriel, lejos de ser una obra de arte, rompió la resistencia organizada del Villa. El equipo de Unai Emery había frustrado al Arsenal durante 47 minutos, pero una vez que entró ese primer gol, su estructura defensiva se desmoronó. La sustitución de Gabriel Jesus por Viktor Gyökeres en el minuto 77 resultó inspirada, con el brasileño anotando dentro del minuto de entrar en acción—una jugada maestra táctica de Mikel Arteta que mató cualquier esperanza persistente del Villa.
De cara al futuro, el Arsenal viajará para enfrentar al Manchester United el 10 de enero, mientras que el Aston Villa viajará para enfrentar al Nottingham Forest el 3 de enero.