LONDRES, INGLATERRA — Bajo las luces del Stamford Bridge, el dominio del Chelsea contó solo la mitad de la historia, ya que el AFC Bournemouth sorprendió dos veces a la afición local para asegurar un reñido empate 2-2. Los Blues, en cuarto lugar, controlaron el juego durante largos períodos, pero se encontraron persiguiendo el marcador en dos ocasiones distintas contra un equipo Cherries ubicado en el puesto 13 de la tabla, que demostró una eficiencia despiadada cuando surgieron las oportunidades.
El partido cobró vida en los primeros intercambios. David Brooks necesitó apenas seis minutos para silenciar a los fieles locales, empujando el balón desde muy corta distancia a la esquina inferior derecha después de que la defensa del Chelsea no lograra despejar sus líneas. El shock temprano pareció galvanizar a los anfitriones, y Cole Palmer restableció la paridad desde el punto de penalti en el minuto 15, enviando su disparo con la zurda bajo a la esquina inferior izquierda con su característica compostura.
La respuesta del Chelsea pareció completarse cuando Enzo Fernández produjo un momento de brillantez en el minuto 23. La inteligente asistencia de Alejandro Garnacho encontró al mediocampista argentino, quien desató un cañonazo con la derecha desde el centro del área a la esquina superior derecha, sin dejar oportunidad a Djordje Petrovic. Pero la resistencia del Bournemouth brilló apenas cuatro minutos después cuando Justin Kluivert capitalizó una defensa vacilante, empujando el balón desde muy corta distancia para nivelar el encuentro una vez más.
La batalla táctica reveló enfoques contrastantes. El Chelsea dominó el balón con un 67.3% de posesión, acorralando al AFC Bournemouth durante largos períodos, pero luchó por convertir la superioridad territorial en ocasiones claras de gol. Malo Gusto y Josh Acheampong se proyectaron desde las posiciones de lateral, mientras que Moisés Caicedo orquestó el juego desde la profundidad. La organización defensiva del Bournemouth, dirigida por Marcos Senesi y James Hill, demostró ser obstinada. Petrovic realizó cuatro atajadas cruciales para mantener a su equipo nivelado, mientras que en el otro extremo, el despilfarro del Chelsea se hizo cada vez más evidente: a pesar de 17 intentos, solo lograron tres al arco.
La presión del Chelsea produjo 12 córners mientras acampaban en la mitad del Bournemouth durante el segundo período. Estêvão y Garnacho exploraron desde posiciones amplias, con Liam Delap batallando físicamente contra los defensas centrales de los Cherries. Sin embargo, a pesar de todo su dominio, el filo ofensivo los eludió. Marcus Tavernier recibió una tarjeta amarilla en el minuto 84 por una falta cínica sobre Caicedo mientras el Bournemouth defendía desesperadamente. Los visitantes absorbieron ola tras ola de ataques, con Antoine Semenyo y Alex Scott trabajando incansablemente para aliviar la presión a través de salidas de contraataque.
Los momentos finales descendieron en una acción frenética de extremo a extremo. El cabezazo de Trevoh Chalobah desde muy corta distancia se fue por encima del travesaño en el quinto minuto del tiempo añadido, resumiendo la frustrante tarde del Chelsea. Los suplentes Reece James y Pedro Neto inyectaron energía fresca, mientras que João Pedro reemplazó a Palmer en busca de un gol ganador que nunca se materializó. La disciplina defensiva del Bournemouth se mantuvo firme durante unos nerviosos últimos 10 minutos, con Adrien Truffert y Álex Jiménez bloqueando numerosos esfuerzos.
Las estadísticas pintaron una imagen de dominio sin recompensa para el Chelsea. Registraron totales iguales de disparos con 17 cada uno, pero los seis esfuerzos al arco del Bournemouth se compararon favorablemente con los escasos tres del Chelsea. Los visitantes cometieron 12 faltas contra las cinco del Chelsea, interrumpiendo el ritmo del equipo local cada vez que se construía impulso. Para los hombres de Andoni Iraola, esto representó un valioso punto ganado a través de una definición clínica y una defensa decidida.
De cara al futuro, el Chelsea recibirá al West Ham United el 11 de enero en un crucial derbi londinense, mientras que el AFC Bournemouth viajará para enfrentar al Arsenal el 3 de enero, donde su destreza en el contraataque enfrentará otro severo examen.