BÉRGAMO, ITALIA — Los líderes de la liga, Internazionale, extendieron su dominio absoluto en la Serie A con una victoria trabajada por 1-0 sobre Atalanta en el Estadio Gewiss, manteniendo su récord perfecto de invictos. El resultado dejó al Atalanta, décimo en la tabla, a 14 puntos de distancia, con sus problemas de cara al gol dolorosamente evidentes.
Durante 64 minutos, la defensa del Atalanta se mantuvo firme contra oleada tras oleada de ataques del Inter. Entonces Lautaro Martínez atacó. Francesco Pio Esposito filtró un pase perfectamente dosificado a través del corazón de la defensa local, y el delantero argentino no falló, clavando un disparo de zurda desde el centro del área en la red. Marco Carnesecchi se quedó clavado en el sitio mientras los aficionados visitantes del Inter estallaban en celebración.
El gol llegó momentos después de que Atalanta había introducido a Lorenzo Bernasconi por Nicola Zalewski, una sustitución que apenas tuvo tiempo de asentarse antes de que el Inter castigara a los locales. El remate clínico de Martínez fue la culminación de una presión implacable y resultó ser el momento decisivo en un partido que había amenazado con permanecer sin goles.
El Inter disfrutó del 54.8% de posesión y creó mucho más peligro durante los 90 minutos. Los visitantes bombardearon la portería del Atalanta con 15 disparos comparados con solo siete del equipo local, forzando cuatro paradas de Carnesecchi. Lo más condenatorio para el Atalanta fue su completa incapacidad para poner a prueba a Yann Sommer—no lograron registrar ni un solo disparo a puerta en toda la noche, una estadística que dejó al descubierto su impotencia ofensiva.
Piotr Zielinski y Nicolò Barella controlaron el mediocampo para el Inter, dictando el tempo y cortando las líneas de suministro del Atalanta hacia Charles De Ketelaere y Gianluca Scamacca. Alessandro Bastoni y Manuel Akanji formaron un muro impenetrable en la zaga, aunque Bastoni recibió tarjeta amarilla por una falta táctica sobre De Ketelaere en el minuto 77. Éderson trabajó incansablemente para el Atalanta, ganando duelos defensivos y proyectándose hacia adelante cuando era posible, pero su cabezazo a corta distancia en el minuto 50 se fue inofensivamente por encima del travesaño.
Un potencial punto de inflexión llegó en el minuto 36 cuando Marcus Thuram pensó que había roto el empate, solo para que el VAR anulara su esfuerzo. La larga revisión pareció desinflar al Atalanta mientras galvanizaba la creencia del Inter de que su momento llegaría.
La última media hora vio al Atalanta perseguir desesperadamente un empate, introduciendo a Kamaldeen Sulemana y Lazar Samardzic en busca de un nuevo ímpetu ofensivo. La frustración de Sulemana estalló, ganándose una tarjeta amarilla en el minuto 80 por una entrada imprudente sobre Yann Bisseck. El Inter gestionó el partido expertamente, trayendo a Davide Frattesi y Andy Diouf para reforzar el mediocampo y consumir el reloj durante cinco minutos de tiempo añadido.
El Atalanta viajará para enfrentar a la AS Roma el 3 de enero, mientras que el Internazionale recibirá al Bologna el 4 de enero.