SUNDERLAND, INGLATERRA — Con el Sunderland situado cómodamente en octava posición con 26 puntos y el Leeds United buscando desesperadamente puntos desde la 17ª posición, las apuestas estaban claras en el Stadium of Light. Ante 46.675 aficionados rugientes, los dos equipos empataron 1-1 en un resultado que se sintió como una oportunidad perdida para los locales y un punto vital ganado para los visitantes, quienes dominaron largos tramos pero no pudieron encontrar el gol de la victoria.
Simon Adingra rompió el empate en el minuto 28 con una definición clínica que silenció a la afición visitante del Leeds. Granit Xhaka, orquestando el juego desde el mediocampo, filtró un pase perfectamente dosificado que partió la defensa del Leeds. Adingra lo alcanzó en el lado izquierdo del área y disparó con la derecha al rincón inferior derecho, sin darle oportunidad a Lucas Perri. El Stadium of Light estalló cuando el Sunderland tomó la ventaja contra el curso del juego.
La respuesta del Leeds llegó apenas dos minutos después del inicio de la segunda mitad. Brenden Aaronson, quien había sido una amenaza constante por la banda derecha, entregó un centro preciso al área de seis yardas. Dominic Calvert-Lewin reaccionó más rápido, empujando con la derecha desde muy corta distancia al centro de la portería. El empate no fue menos de lo que el Leeds merecía después de su presión en la primera mitad, y preparó un final tenso.
La batalla táctica mostró enfoques contrastantes. El Leeds United disfrutó de la mayoría de la posesión con un 57% y presionó implacablemente, con Ethan Ampadu y Ao Tanaka controlando el tempo del mediocampo. La dupla defensiva del Sunderland formada por Lutsharel Geertruida y Omar Alderete se mantuvo firme bajo constante bombardeo, mientras que Robin Roefs produjo una actuación heroica bajo los tres palos con cuatro atajadas cruciales. El enfoque físico de Trai Hume le valió una tarjeta amarilla en el minuto 61 cuando las tensiones aumentaron.
El dominio estadístico del Leeds United contó la historia de su superioridad. Crearon 17 disparos comparados con los ocho del Sunderland, con su presión generando nueve córners contra tres del Sunderland. Sin embargo, a pesar de toda su ventaja territorial, el Leeds logró apenas seis disparos a portería, destacando su despilfarro en el último tercio. Brian Brobbey casi duplicó la ventaja del Sunderland en tiempo de descuento cuando su cabezazo golpeó el travesaño durante un contragolpe relámpago.
El punto de inflexión llegó en el minuto 70 cuando Ethan Ampadu de alguna manera falló desde muy corta distancia tras el servicio de córner de Anton Stach. Esa oportunidad de oro le habría dado al Leeds una merecida ventaja, pero en cambio quedaron persiguiendo sombras mientras el Sunderland crecía en el juego. La introducción de Wilson Isidor y Eliezer Mayenda en el minuto 68 le dio al Sunderland piernas frescas, con Isidor forzando una buena atajada de Perri apenas tres minutos después de entrar.
De cara al futuro, el Leeds United recibirá al Liverpool el 1 de enero en lo que promete ser una prueba desalentadora para el equipo en apuros.