MÓDENA, ITALIA — Venezia consiguió una trabajada victoria por 2-1 en el Alberto Braglia, resistiendo una arremetida tardía de Modena que vio a Francesco Di Mariano marcar un gol de consolación en tiempo de descuento en el minuto 94. El dominio de los visitantes a lo largo del encuentro finalmente resultó decisivo, aunque los momentos finales proporcionaron un drama palpitante para los aficionados desplazados.
John Yeboah rompió el empate en el minuto 38, aprovechando la presión sostenida de Venezia para dar a los visitantes una merecida ventaja de cara al descanso. El gol llegó después de que Venezia había acorralado a Modena durante largos períodos, controlando el 61,5% de la posesión y dictando el tempo con su paciente juego de construcción. Antonio Casas pareció sellar los puntos en el minuto 74, entrando como sustituto apenas dos minutos antes para duplicar la ventaja. Sus piernas frescas tuvieron un impacto inmediato, finalizando con clínica precisión para recompensar la intención ofensiva de Venezia. El gol tardío de Di Mariano en el cuarto minuto de tiempo añadido, también saliendo del banquillo tras su entrada en el minuto 80, preparó un final frenético pero llegó demasiado tarde para provocar una remontada genuina.
La batalla táctica vio al trío del mediocampo de Venezia, orquestado por Gianluca Busio, controlar los procedimientos durante todo el partido. Modena luchó por establecer cualquier ritmo en posesión, con Alessandro Sersanti introducido en el descanso en un intento de recuperar el control. La organización defensiva de Venezia, dirigida por Joel Schingtienne a pesar de su amonestación en el minuto 50, permaneció firme hasta los últimos momentos. El portero de Modena emergió como el jugador más destacado de su equipo, realizando cinco paradas para mantener el marcador respetable y negando a Venezia un margen de victoria más cómodo.
Las estadísticas pintaron un cuadro claro de la superioridad de Venezia. A pesar de 10 intentos, Modena logró apenas dos tiros a puerta, destacando sus dificultades para crear oportunidades de gol genuinas. Los 18 tiros de Venezia demostraron su ambición ofensiva, con ocho inquietando al portero de Modena a lo largo del encuentro. El filo clínico de los visitantes en el tercio final demostró ser la diferencia, convirtiendo su dominio territorial en goles cruciales cuando más importaba.
El punto de inflexión llegó con la entrada de Antonio Casas en el minuto 72. Su impacto inmediato transformó el ataque de Venezia, añadiendo un nuevo ímpetu y verticalidad que la cansada defensa de Modena no pudo contener. El gol del delantero español apenas dos minutos después de entrar al campo ejemplificó la calidad que Venezia poseía desde el banquillo, con los cambios del entrenador resultando decisivos. Las cuatro tarjetas amarillas mostradas reflejaron un encuentro competitivo, con Antoine Hainaut, Busio y Schingtienne amonestados por Venezia, mientras que Simone Santoro vio la amarilla por los locales.
De cara al futuro, Modena recibirá a Monza el 26 de diciembre, mientras que Venezia recibirá a Virtus Entella el 27 de diciembre.