OVIEDO, ESPAÑA — El Real Oviedo, languideciendo en el puesto 19 con apenas 10 puntos, necesitaba desesperadamente tres puntos para alejarse de la zona de descenso, mientras que el Celta de Vigo, en octava posición, llegaba al Estadio Carlos Tartiere buscando mantener su impulso hacia la competición europea. En cambio, ambos equipos se conformaron con un frustrante empate 0-0 que hizo poco por avanzar las ambiciones de cualquiera de los dos equipos, ya que la solidez defensiva se impuso sobre la ambición ofensiva durante todo un partido de ajedrez táctico.
La mejor ocasión del primer período cayó para Ilyas Chaira del Real Oviedo en el minuto 45, cuando el delantero disparó con la derecha desde el lado derecho del área y obligó al portero del Celta, Ionut Radu, a realizar una parada aguda hacia su derecha. Momentos después, Chaira volvió a poner a prueba a Radu en el minuto 55, esta vez desde fuera del área, con el guardameta rumano lanzándose hacia su izquierda para preservar el empate. La oportunidad más clara del Celta llegó en el minuto 76 cuando Williot Swedberg se escapó por el lado izquierdo del área tras un rápido contraataque, pero su disparo con la izquierda pasó angustiosamente desviado del ángulo superior izquierdo, con Iago Aspas habiendo orquestado la jugada.
La batalla táctica se centró en los intentos del Real Oviedo de romper la compacta forma defensiva del Celta, con Carl Starfelt y Marcos Alonso formando una barrera impenetrable para los visitantes. Santiago Colombatto orquestó el juego desde la profundidad para los locales, mientras que Federico Viñas batalló físicamente contra los centrales del Celta durante todo el partido. Manu Fernández recibió una tarjeta amarilla en el minuto 60 por una falta cínica sobre Rahim Alhassane, ejemplificando el enfoque pragmático del Celta. La frustración del Real Oviedo se manifestó en 14 faltas cometidas en comparación con las siete del Celta, con David Costas y Eric Bailly recibiendo tarjetas amarillas mientras crecía la desesperación de los locales.
El Real Oviedo disfrutó de la mayoría de la posesión con un 55.6% y superó ligeramente el recuento de disparos 10-6, mientras que también ganó cinco córners frente a los tres del Celta. Sin embargo, los locales lograron apenas tres tiros a puerta en comparación con los dos del Celta, destacando su incapacidad para crear oportunidades claras a pesar del dominio territorial. Ambos porteros fueron solicitados con poca frecuencia, con Aarón Escandell realizando dos paradas para el Oviedo y Radu produciendo tres atajadas para los visitantes.
El punto de inflexión que nunca se materializó llegó en el minuto 63 cuando el entrenador del Celta introdujo a Iago Aspas e Ilaix Moriba en una doble sustitución, esperando que el veterano delantero pudiera desbloquear la defensa del Oviedo. El Real Oviedo respondió trayendo a Santi Cazorla y Salomón Rondón en el minuto 82, pero ninguno de los dos equipos pudo encontrar el avance decisivo. Los últimos 10 minutos vieron a ambos equipos tantear con cautela, conscientes de que un solo error podría resultar costoso, conformándose finalmente con un punto que se sintió más como una oportunidad perdida que como un resultado ganado con esfuerzo.
De cara al futuro, el Celta de Vigo viajará para enfrentarse al Valencia el 3 de enero, buscando volver a la senda del triunfo y mantener su persecución de la clasificación europea.